domingo, 6 de enero de 2013

copia 3


-Aquí me tienes sano o salvo,tia Kate.
-Dijo Gabriel desde la penumbra del vestíbulo.
Continuo restregándose los pies para quitarse de ellos los restos de la nieve mientras las tres mujeres subían las escaleras entre risas, en dirección al tocador que se había acondicionado para las damas. Una delgada capa de nieve estaba posada como una esclavina sobre los hombros del abrigo Gabriel y le cubria las extremidades de las chanclas como la puntera del zapato.Al desabrocharse el abrigo , los botones rechinaron al rozar con la nieve endurecida que ribeteaba los ojales y el aroma fragante del aire fresco de la calle se escapo los pliegues y oberturas.
¿Esta nevando otra vez,señor Conroy?
-pregunto Lily
Habi guiado sus pasos al cuarto ropero para ayudarle a quitarse el abrigo.Gabriel  no pudo reprimir  una sonrisa al notar como pronunciaba su apellido,atribuyéndole tres silabas, y la miro de soslayo.Era una muchacha delgada aunadoles ,de tez palida y cabello rubio pajizo.La luz degas que  alumbreba el ropero acentuaba la palidez de su rostro. Gabriel  la conozia desde niña, cuando solia ver la sentada en el escalon mas abajo, sosteniendo en su regazo una muñeca de tropo.
-Si,Lily –replico-. Y tengo la impresión de queno va a dejar de hacerlo en toda la noche.
Alzo los ojso hacia el techo del cuartito al oir como este retumbaba con los tacones y el deslizarse de los pies en el piso de arriba, y miro después a las muchacha que estaba doblando cuidadosamente su abrigo para colocarlo en el extremo de un estante.
-Dime una cosa Lily –Comenzo a decirle en tono afectoso: -¿Sigues yendo ala escuela?
-¡Oh no señor! – contesto Lily - . He dejado de ir este año y ya para siempre.
-Entonces – continuo Gabriel con tono jovial-, supongo que un dia de estos asistiremos a tu enlace matrimonial con el hombre de tus sueños ¿no es asi?
La muchcacha le miro, la deando ligeramente la cabeza por enzima del hombro y dijo con profunda amargura
-A los hombres de ahora lo único que les interesa es darle palique alas chicas y sacar de ellas todo lo que puedan.
Gabriel se sonrijo pensando que habia metido la plata , y sin mirarla, se quito los chanclos y

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