-Aquí me tienes sano o salvo,tia Kate.
-Dijo Gabriel desde la penumbra del vestíbulo.
Continuo restregándose los pies para quitarse de ellos los restos de la
nieve mientras las tres mujeres subían las escaleras entre risas, en dirección
al tocador que se había acondicionado para las damas. Una delgada capa de nieve
estaba posada como una esclavina sobre los hombros del abrigo Gabriel y le
cubria las extremidades de las chanclas como la puntera del zapato.Al
desabrocharse el abrigo , los botones rechinaron al rozar con la nieve
endurecida que ribeteaba los ojales y el aroma fragante del aire fresco de la
calle se escapo los pliegues y oberturas.
¿Esta nevando otra vez,señor Conroy?
-pregunto Lily
Habi guiado sus pasos al cuarto ropero para ayudarle a quitarse el
abrigo.Gabriel no pudo reprimir una sonrisa al notar como pronunciaba su
apellido,atribuyéndole tres silabas, y la miro de soslayo.Era una muchacha
delgada aunadoles ,de tez palida y cabello rubio pajizo.La luz degas que alumbreba el ropero acentuaba la palidez de
su rostro. Gabriel la conozia desde
niña, cuando solia ver la sentada en el escalon mas abajo, sosteniendo en su
regazo una muñeca de tropo.
-Si,Lily –replico-. Y tengo la impresión de queno va a dejar de hacerlo en
toda la noche.
Alzo los ojso hacia el techo del cuartito al oir como este retumbaba con
los tacones y el deslizarse de los pies en el piso de arriba, y miro después a
las muchacha que estaba doblando cuidadosamente su abrigo para colocarlo en el
extremo de un estante.
-Dime una cosa Lily –Comenzo a decirle en tono afectoso: -¿Sigues yendo ala
escuela?
-¡Oh no señor! – contesto Lily - . He dejado de ir este año y ya para
siempre.
-Entonces – continuo Gabriel con tono jovial-, supongo que un dia de estos
asistiremos a tu enlace matrimonial con el hombre de tus sueños ¿no es asi?
La muchcacha le miro, la deando ligeramente la cabeza por enzima del hombro
y dijo con profunda amargura
-A los hombres de ahora lo único que les interesa es darle palique alas
chicas y sacar de ellas todo lo que puedan.
Gabriel se sonrijo pensando que habia metido la plata , y sin mirarla, se
quito los chanclos y
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